¡Cómo cambian las tendencias! ¡Lo que hasta hace no mucho era casi un símbolo de dejadez, hoy nos parece una de las opciones más «cool» para adornar nuestra vivienda!

Y es que, llevando lo rústico y la sencillez por bandera, el ladrillo a la vista en el interior de la vivienda es una excelente opción que combina a la perfección con muebles de estilo minimalista, decoraciones rústicas, y estilos industriales.

Es ideal para adornar las paredes de cocina junto a la encimera. Pero si pasas de tener que limpiar la grasa que se queda incrustada en este, quizás prefieras utilizarlo en tu comedor para complementar esa pared donde tienes la chimenea, o para marcar la separación con la cocina si es que la tienes integrada en el comedor. Aunque si dispones de dormitorios con grandes ventanales y mucha luz, el toque diferenciador que aporta puede ser de lo más rompedor.

Los hay de muchas clases: desde el típico y «crudo» adobón con agujeros, la, siempre infalible caravista, caravista «desgastada», e incluso disponemos de paneles cerámicos que imitan el ladrillo a la perfección.

Eso sÍ: si te gusta el color rojizo y arcilloso natural de este material, y no quieres pintarlo, asegúrate de ponerlo en estancias donde abunde la lúz, ya sea natural o artificial.
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¿Y tú que opinas? ¿Tienes alguna pared de ladrillo a la vista en casa? ¿Te gustaría optar por esta clase de revestimiento?

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