El nuevo año ha arrancado con la borrasca Filomena, que nos ha dejado estampas de nieve preciosas pero también con una ola de frío polar tremenda. Habrás sacado las mantas, encendido las estufas…, pero ¿tienes claro cuál es el sistema de calefacción que mejor se adapta a tu casa?

Hay una amplia gama de sistemas de calefacción pero no todos se acoplan igual de bien a tu vivienda. Dependerá de varios factores como la zona en la que vivas (junto al mar, en el interior,…), de la orientación, de las medidas de tu casa y de cada una de las estancias y, del presupuesto que dispongas para su instalación y mantenimiento. Por ello, hoy te vamos a mostrar de forma rápida las ventajas y desventajas de cada uno de los sistemas de calefacción más comunes del mercado:

Radiadores de gas: Consumo económico e ideal para todo tipo de viviendas

Actualmente son los más utilizados debido a que las facturas no resultan caras, además de la baja emisión de contaminantes que emiten. Es ideal para todo tipo de viviendas, tanto grandes como pequeñas si lo que te interesa es calentar toda la casa por igual. Es recomendable para climas muy fríos ya que mantiene bien el calor. Uno de los inconvenientes que presentan es que suponen un mayor coste de instalación.

Calderas de gasoil: Instalación económica y gran rendimiento

Las calderas de gasoil funcionan con gasóleo y sirven tanto para calentar el hogar como para el agua caliente. Su instalación es más económica que las de gas natural y ofrecen un gran rendimiento con bajos costes de instalación. Su principal desventaja es que es combustible es elevado y como usuario te tienes que encargar de comprarlo y que te lo transporten hasta tu hogar.

Suelos radiantes: Temperatura gradual y menor consumo

Te proporcionan la temperatura ideal y de forma gradual. Es ideal en las zonas más frías. Es el sistema que menor consumo produce pero necesitas hacer obras en casa.

Estufas de pellets: Ecológico e ideal para grandes estancias

Utilizan energía renovable. Es un sistema limpio que se suele instalar en sistemas residenciales o unifamiliares ya que ocupan mucho espacio. Necesita menos limpieza que el sistema de leña pero solo calienta la estancia en la que se encuentra.

Radiadores eléctricos: Instalación sencilla y poco mantenimiento

La instalación de estos radiadores es sencilla y asequible. Produce energía limpia sin generar residuos ni olores y sin costes de mantenimiento, pero la factura de la luz a final de mes será elevada (más si tienes en cuenta la última subida de enero).

Aire acondicionado: Versátil e ideal para climas templados

Son ideales en zonas de costa o en lugares con temperaturas suaves. Su principal ventaja es que te sirven tanto en verano como en invierno. Los puedes instalar en la estancia que más te interese y es ideal si sólo quieres calentar la estancia en la que te encuentres ya que proporcionan calor al instante.

Chimenea o estufa de leña: Decorativa y 100% renovable

La leña tiene un gran poder calorífico y además es una opción 100% renovable, aunque necesitarás tener espacio en casa para guardar la leña. Requiere dedicación a la hora de limpiar las cenizas pero si tienes en casa te quedará muy bonita en tu casa. ¡Nada mejor que el calor tradicional!

¡Esperamos que esta entrada os sirva de ayuda para elegir el sistema de calefacción que más se adapte a vuestras necesitades! Si tienes alguna sugerencia o pregunta puedes dejarnos un comentario y estaremos encantados de responderte 🙂 .